¿Alguna vez, mientras disfrutas de algo especial, te has detenido a pensar en cómo le gustaría eso a tu equipo? ¿Te interesa realmente la cuota de crédito que alguno de ellos no ha podido pagar? ¿Le crees a tu asesora que llegó tarde porque no encontraba con quién dejar a su hija? ¿Apoyas y facilitas los espacios para estudiar?
¿Disfrutas atendiendo a los clientes o te sientes aliviado cuando finalmente se levantan del asiento y se retiran? ¿Sueles pensar: «entre más personas tenga a cargo, más vidas podré influir» o, por el contrario, te quejas: «me están cargando con tantas personas»?
Estas son situaciones que cruzan por nuestros pensamientos o a las que nos debemos enfrentar en el día a día y que nos desafían a actuar con empatía, conciencia y humanidad. No se trata de convertirte en psicólogo(a) o consejero(a), ni en hermano(a) de la caridad o director(a)de talento humano …simplemente se trata de confiar, escuchar, acompañar y comportarte como un líder.
El líder que piensa en su equipo
Un líder tiene siempre a su equipo en mente y proyecta lo mejor para cada uno. Un líder quisiera para su equipo lo que es bueno para él mismo. Demuestra interés por sus vidas y su bienestar, reconoce sus logros y también sus dificultades, entiende que cada persona tiene su propia historia, proyectos y desafíos, lo que le permite construir relaciones más humanas y ser un aliado en su crecimiento. No necesariamente el líder debe dar solución a los problemas personales de sus colaboradores; sí le corresponde escuchar, generar confianza y confiar.
El valor de las relaciones
Un líder disfruta del relacionamiento con clientes y colaboradores, cada relación le trae nuevos aprendizajes y cada persona con la que interactúa le genera valor. Las personas deben incluirse en sus pensamientos, palabras y acciones de manera genuina en su cotidianidad. La actitud y pasión con la que enfrenta su rol influye en la experiencia de quienes lo rodean y propicia un ambiente positivo y motivador.
El líder de hoy
¿El liderazgo es solo una posición? ¿Se trata de reunir un conjunto de habilidades técnicas? ¿Es actitud y genuino relacionamiento? ¿El líder de hoy entiende el valor de las personas para lograr objetivos? ¿Logra resultados sostenibles en el tiempo? ¿El líder de hoy es menos tirano y más humano?
Reflexionar sobre nuestro estilo de liderazgo, nuestras acciones y decisiones, nos ayuda a construir un liderazgo no solo más cercano y auténtico, también más efectivo, al tiempo que nos da el privilegio de trascender en las vidas que “tocamos” en el camino. ¿Cómo es tu liderazgo y qué impacto esperas dejar en las personas?
